sábado, 20 de diciembre de 2014

Perros entrenados para oler el cancer



El olfato de los perros siempre será un olfato al servicio del hombre. Una de las principales características que poseen nuestros amigos es la estar dotados de un privilegiado sentido del olfato, que no sólo les sirve para relacionarse con el medio exterior, sino que además les permite percibir sensaciones que al ser humano les sería imposible.

Todos hemos escuchado que los perros huelen el miedo, u observado que los perros se comportan de manera más agresiva o desconfiada con ciertas personas. Esta observación lleva a los propietarios a preguntarse si los perros son capaces de «oler la adrenalina»

Para algunos científicos, lo que los perros huelen es la adrenalina que produce una persona cuando esta alterada, ansiosa o le tiene miedo a los perros. Famosos son los perros de búsqueda y rescate, quienes detectan la presencia de una persona enterrada bajo una capa de varios metros de nieve o escombros. Los perros detectores de explosivos o pérdidas de gas actúan con idéntica eficacia. Las aduanas emplean perros para detectar la presencia de todo tipo de sustancias, incluidos los estupefacientes.

Ya ha sido demostrado que los perros son capaces de descubrir la presencia de sustancias químicas graves bajo extremas condiciones en muchas épocas de la vida. Ahora nos encontramos ante la posibilidad de utilizar estas increíbles cualidades olfatorias para reconocer la presencia de tumores cancerosos. Varias fundaciones en todo el mundo investigan y entrenan a cánidos con este fin. Sin embargo, y pese a los avances logrados, los perros aún están lejos de las consultas de oncología.

En el año 2006, unos científicos de Los Estados Unidos y de Polonia adiestraron a cinco perros, tres labradores y dos portugueses para detectar el cáncer de pulmón y de pecho utilizando el aire expirado por los enfermos y sanos. El resultado fue asombroso, ya que los perros fueron capaces de reconocer con una exactitud de 99 % el cáncer al pulmón y con un 88 % el cáncer de mama.

En realidad los perros no entran en contacto directo con las personas enfermas. Huelen las emanaciones de la respiración, constituidas por componentes alcalinos y de benzeno generados por los individuos afectados por esta enfermedad, «guardadas» en un dispositivo especial y hermético.

Varios tipos de tumores malignos pueden llegar a ser diagnosticados antes de ser detectados biológicamente, algo que tiene una gran importancia para la instauración del tratamiento de una forma más temprana y eficaz. De momento los ensayos son comparados con análisis histopatológicos tradicionales y probablemente así será durante un largo periodo de tiempo. Es necesario continuar investigando para conseguir nuevos estudios que acrediten esta capacidad canina. Tras el éxito de este experimento, se están intentando reproducir los resultados en tumores de ovario. Incluso han llegado a experimentar con muestras de orina para detectar la presencia del cáncer de vejiga, experimento publicado en el año 2004 en la revista British Medical Journal .

Sin duda este método tiene futuro. Quizás con los años se llegue a fabricar una nariz electrónica capaz definir las sustancias que emiten los tumores con la misma precisión que el olfato del perro.



No hay comentarios: