El sistema de audición cuenta con su propio método natural de aseo.
Provocan problemas que podrían irreversibles.
Después del baño el momento indicado para la limpieza.
Existen muchos mitos acerca del cuidado y la limpieza correcta de los oídos,
pero intervenir en este órgano sin los cuidados necesarios, puede ocasionar graves
lesiones como inflamación, obstrucción e incluso perforaciones, informó la doctora
Alma Pesquera Romero, otorrinolaringóloga del Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS).
Explicó que el oído cuenta con un sistema de higiene natural a través de sus folículos
pilosos y glándulas productoras de aceite ceroso, por tanto utilizar hisopos, bastoncillos
con algodón, aceite o algunos preparados caseros, resulta innecesario y riesgoso para
la salud.
Destacó que nunca deben introducirse cuerpos extraños en el oído.
La oreja o pabellón auricular y el conducto auditivo externo forman parte del oído
externo, cuya funcionalidad es captar, orientar y amplificar las ondas sonoras que
se perciben.
Debe lavarse externamente, como se realiza con otras partes del cuerpo, sin introducir
ningún objeto, incluso si están cubiertos con algodón, precisó.
Señaló que el sistema natural de limpieza del conducto auditivo externo es a través de
las glándulas que producen el cerumen o cerilla, cuya función es impedir el paso del
polvo o algún insecto, protegiendo al tímpano.
Al utilizar un hisopo para limpiarlo, se empuja el cerumen hacia dentro formando
una serie de tapones compactos que producirán molestias que van desde disminución
auditiva hasta zumbido y dolor.
Recomendó evitar no sólo el uso de los hisopos para limpiar los canales auditivos,
sino introducir llaves, puntas de lápiz o pasadores para el cabello.
Advirtió que hay un alto riesgo de lastimar el tímpano, incluso de perforarlo, lesión
irreversible que sólo puede corregirse por medio de una cirugía.
Dijo que para limpiar el pabellón auricular u oreja, no es necesario ponerla bajo el
chorro de la regadera, hábito que también puede dañar el conducto auditivo,
basta hacerlo con la punta de la toalla después del baño.
La especialista dijo que una de las preocupaciones de las madres es realizar la higiene
de los oídos a sus bebés, por lo frágiles que son.
Ésta debe hacerse justamente cuando el bebé toma su baño.
Se procede lavando sin jabón y secando muy bien las curvaturas de la oreja con una
toalla delicada, pero por ningún motivo, debe introducirse objeto alguno.
La doctora Pesquera Romero exhortó invitó a quienes tienen alguna molestia en el
oído como secreción inusual de cerilla, comezón o supuración, consulten al médico
y no aplicar gotas o algún remedio casero.
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