A todas nos gusta de vez en cuando lucir algún vaquero ajustado, un vestido estrecho
o una minifalda entallada, Pues, al comprimir demasiado el cuerpo, puede favorecer
el desarrollo de dolores articulares, varices, celulitis, infecciones en la zona íntima,
entre otras afecciones.
Llevar la ropa demasiado ajustada, al comprimir el cuerpo en exceso, perjudica a la
circulación de la sangre, dificultando su flujo natural y generando una mala
circulación de retorno.
Además, esta condición puede derivar en la aparición de dolores, hinchazón o varices
en las extremidades inferiores debido a la presión a la que se ve sometida la parte del
cuerpo afectada.
Además al dificultar la circulación sanguínea, las prendas de ropa muy ceñidas pueden
agravar uno de los peores problemas estéticos que muchas mujeres tienen que enfrentar:
La Celulitis :
Vestir con ropa ajustada no causa la piel de naranja, pero tampoco ayuda a combatirla y,
por el contrario, retrasa su eliminación y favorece la aparición de los antiestéticos
hoyuelos en la piel, característicos de esta afección.
Es por ello que si padeces de celulitis en algunas zonas de tu cuerpo, más vale no
oprimirlas con prendas demasiado entalladas eligiendo, en su lugar, un tipo de ropa más
holgada.
La Espalda :
Es una de las partes del cuerpo que también puede resultar dañada si continuamente llevas
prendas de ropa demasiado ajustadas.
Y es que este tipo de ropa, no facilita los movimientos naturales del cuerpo y te ves
obligado a cargar la musculatura más de lo apropiado, lo que puede traducirse en futuros
dolores en la zona de la espalda, así como en las cervicales.
De hecho, las camisetas o camisas que dificultan los movimientos de los brazos a lo largo
del día, provocarán que los hombros acaben sobrecargados y, posiblemente,
se experimenten calambres musculares e incluso sensación de hormigueo.
Dolor Muscular:
la mayoría de las prendas ajustadas hacen ir incómodas, e incluso limitan la libertad
para poder hacer ciertos movimientos.
Es por eso que cuando se llevan puestas termina haciendo ciertos sobreesfuerzos.
Puede que eso parezca una tontería, pero lo cierto es que como consecuencia lo normal
es sufrir dolores musculares y notar cierta tensión y sobrecarga en el cuerpo.
Estreñimiento:
puede que en ocasiones le pueda echar la culpa a una comida demasiado copiosa,
pero la mayoría de las veces se debe al tamaño de los pantalones, o a lo ajustado del
vestido o el top que lleva.
Cuando estos aprietan demasiado, el proceso digestivo se ralentiza e incluso puede
sufrir estreñimiento.
Problemas nerviosos: cuando los pantalones aprietan demasiado y debe pasar largas
horas con ellos, puede presentar síntomas de meralgia parestésica.
Este síndrome, que se suele presentar a través de un intenso hormigueo en las piernas
(especialmente en la zona de los muslos), hace que pierda algo de sensibilidad en la
zona.
Acidez:
si la ropa le aprieta demasiado en la zona abdominal, el único problema que existe no
es que no vaya cómoda.
Otra de las consecuencias es la acidez de estómago, ya que llevar los pantalones
demasiado apretados impide el buen funcionamiento del esfínter esofágico.
De esta manera, el ácido del estómago pasa hasta el esófago y aparece la acidez y
los molestos ardores.
Retención de líquidos:
celulitis, varices, estreñimiento, acidez...
Por si eran pocos los problemas que podía ocasionar eso de ir embutida en la ropa,
hay que añadir otro más.
La ropa excesivamente ajustada provoca que quienes la llevan se hinchen mucho más
de la cuenta, ya que ésta hace que el sistema linfático se contraiga, provocando la
temida retención de líquidos.
De nuevo, una de las zonas que más suele sufrir este efecto adverso de las prendas
muy apretadas son las piernas.
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